La habitación tenía un ambiente perfecto y fue ideal para descansar. Aunque la experiencia fue arruinada por la falta de apoyo tras un incidente. Necesitaba ayuda, pero solo me ofrecieron cambiar de hotel. 😟

Las habitaciones tienen decoración histórica y un ambiente encantador.

La falta de aire acondicionado fue decepcionante. A pesar del ruido del restaurante cercano, no pude descansar bien. Me sentí incómodo con las campanas de la iglesia sonando temprano por la mañana.

encantadora cercanía a monumentos y parques

Disfruté de paseos caminando hacia la impresionante Abadía de La Maigrauge, que está a menos de 5 minutos a pie. además, la cercanía al hermoso parque que rodea el Puente Berna hizo que mis caminatas fueran aún más agradables, un verdadero placer explorar estas maravillas durante mi estancia.

Una experiencia memorable en un acogedor refugio

Aunque enfrenté un desafortunado incidente, la calidez del personal fue notable. Necesitaba ayuda urgente y, aunque no recibí el apoyo esperado, salir a explorar esta hermosa ciudad tras una breve estancia fue gratificante. Recomiendo pasear por los alrededores para disfrutar su encanto.

Habitaciones amplias y un ambiente relajante.

habitaciones amplias y modernas con una vista espectacular

accesibilidad fácil, barrio tranquilo

calor excesivo

La habitación era muy acogedora, pero el ruido en la zona por la noche, especialmente del restaurante cercano, resultó molesto. El café recién preparado en el desayuno era excelente, aunque el servicio tardó un poco en atender. La ubicación es conveniente para explorar la ciudad, pero me sorprendió la falta de aire acondicionado, lo que hizo que la habitación se sintiera muy calurosa en la noche.

Recomendaría el lugar sin duda alguna para un buen descanso

Acogedora habitación, conveniente ubicación, disfruté de un desayuno delicioso con opciones variadas.

Estoy contentísimo

Vaya festín! El almuerzo en el restaurante fue de otro nivel, con sabores auténticos que me hicieron querer volver por más. Además, la cena en la Brasserie de l'Epee, a solo un salto del hotel, te hará sentir como en casa con su ambiente cálido. Cada plato era una delicia que valía la pena probar.

Sabía que no había aire acondicionado, pero la habitación era un sauna. Para sobrevivir la noche, tuve que abrir las ventanas y eso significó ruido del restaurante hasta casi la medianoche. La cama solo tenía un edredón ligero, y por la mañana, no solo me despertó la luz sino también el bullicio de coches y las campanas de la iglesia. Aun así, con todo eso, aún encontró su encanto.

Este lugar me va como anillo al dedo. Tienen wi-fi, servicio de lavandería y un restaurante donde cada plato es rico. En mi primera visita, el personal me ayudó dándome consejos sobre taxis, un detalle que siempre recordaré. ¡No te lo pierdas para tu próxima escapada!

Es un hotel encantador con habitaciones espaciosas, un hermoso baño moderno y un servicio excepcional, y la ubicación permite explorar fácilmente la ciudad.

la habitacion era amplia y super bien decorada, el bano moderno estaba genial. el staff fue super amable y la zona estaba tranquilita, facil de moverme. ademas, estaba cerca del transporte para ir a los restaurantes en la parte alta de la ciudad. a pesar de los ruidos, la vibra del lugar me encantó.

no había aire acondicionado y eso fue un problema, hacía mucho calor. también, el ruido del restaurante cercano y las campanas de la iglesia me despertaron en las mañanas.